Filosofía de trabajo

      Mi enfoque como osteópata es integral y holístico. El cuerpo no funciona por partes aisladas, sino como un sistema interconectado donde cada estructura, cada función y cada emoción tienen un impacto en el equilibrio global. Por eso, cuando aparece una dolencia, no me limito a tratar el síntoma, sino que busco comprender su origen, que puede estar en un desajuste mecánico, pero también en factores emocionales, alimenticios o en el estado del sistema nervioso.

     Creo firmemente en la capacidad natural del cuerpo para autorregularse y sanarse. A través de la osteopatía, mi objetivo es restablecer esa capacidad de homeostasis, ayudando al organismo a recuperar su equilibrio para que pueda funcionar de manera óptima.

      Mi trabajo no se limita a la consulta. Para mí, es fundamental que cada persona entienda cómo funciona su cuerpo, qué está ocurriendo cuando aparecen molestias y qué señales le está enviando. Aprender a identificar esos avisos permite actuar antes de que un problema se convierta en algo mayor.

     Por eso, en cada tratamiento, además de trabajar con técnicas osteopáticas, guío a mis pacientes para que puedan cuidar de su salud de forma consciente y autónoma.